Aristófanes estuvo muy relacionado con el mundo político y literario de
su época (445 a. C. -385 a. C.). Se muestra defensor de los viejos
ideales y poco amigo de las nuevas tendencias de la sofística. No se le
puede considerar enemigo de la democracia, a pesar de que en sus sátiras
políticas supo señalar las debilidades de un sistema que ya se
tambaleaba.
En La Paz la sátira alcanza a los dioses: un campesino ateniense cansado de la guerra sube el cielo montado sobre un escarabajo pelotero para liberar a la Paz, prisionera de Ares, y llevarla a Atenas.
En La Paz la sátira alcanza a los dioses: un campesino ateniense cansado de la guerra sube el cielo montado sobre un escarabajo pelotero para liberar a la Paz, prisionera de Ares, y llevarla a Atenas.